Últimamente habréis visto en muchos productos cosméticos estos dos nombres tan parecidos que realmente creo que nos suenan a chino: Probióticos y prebióticos, pero ¿qué son? Yo por lo menos, la primera vez que vi escrito crema facial con probióticos pensé: ¿y esto? ¿pero esto no son bacterias? (cara de pocker). No sabía que fuesen necesarios los probióticos para la piel.
Pues sí, son microorganismos, muy necesarios para nuestro organismo y que hacen que estemos protegidos ante infecciones y problemas de estómago, de colon, etc., porque refuerzan nuestra flora intestinal y la hacen más fuerte. Pero, un momento, ¿qué tiene que ver esto con una crema? Es más, ¿qué tiene que ver la flora intestinal con nuestra piel?
Los probióticos son microorganismo que ya existen en nuestro cuerpo y en nuestra piel
Cuida internamente la flora cutánea o microbiota de tu piel.
Entones, ¿por qué son tan importantes los probióticos para la piel? Los microorganismos actúan en nuestra piel como moduladores de la respuesta inmune, reducen la inflamación, refuerzan la barrera cutánea y dificultan la ocupación del territorio cutáneo por otras bacterias, protegiéndonos de esta manera de enfermedades, en este caso de la piel.
¿Y qué diferencia hay entre probióticos y prebióticos?
Aunque puedan parecer lo mismo, no lo son. Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se ingieren (en cantidades adecuadas) pueden ser beneficios para la salud. Se trata de bacterias que están presentes en algunos alimentos, como en quesos, yogures y otros productos lácteos; en medicamentos y en suplementos dietéticos.
Los prebióticos en cambio, son compuestos que el organismo no puede digerir, pero que tienen un efecto fisiológico en el intestino, ya que estimulan el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas.
Los alimentos probióticos naturales ya han pasado un proceso de fermentación natural previo y seguramente muchos los consumes a diario sin saberlo: yogures, aceitunas y encurtidos, kombucha (bebida probiótica a base de té), quesos crudos, chucrut, kéfir, microalgas…
¿Y qué beneficios tienen los probióticos y prebióticos en la piel?
Lo primero que debemos tener claro es que la piel es nuestro órgano más grande. Interpretando a la piel como un órgano quizá logremos prestarle más atención y cuidados.
Presencia excesiva de acné, eccemas, alergias, etc pueden ser un sinónimo de que algo falla en nuestra microbiota , lo que indica la necesidad de incorporar probióticos en nuestra rutina diaria.
Ahora bien, ten muy presente que, igual que con los maquillajes o las cremitas, no todos los probióticos son iguales. Ten cuidadín no te den gato por liebre. Un probiótico que va de maravilla es Life 9 por su cantidad de cepas activas (esto se me escapa un poco, pero en el blog de Esencial os lo explica de maravilla y podéis conseguirlo con el 24% de dto. si vais de mi parte!).
Ten muy presente que nuestra piel es el espejo de cómo estamos por dentro. Y si te cuidas cada día, verás cómo tu piel luce radiante!
Y tú, ¿conocías estos microorganismos tan buenos y beneficiosos para la piel?